aún recuerdo cada uno de los dibujos que hice cuando era todavia joven y la mano no era tan inquieta como ahora. Esperaba ansioso el día en que llegaras, o el día en que yo fuera a tu casa y te mostrara mi block artel 99 con todas las esquinas del carton que lo protegía sobladas y casi rotas por el uso, pero llenas de retratos que parecía como si se fuesen a salir de la hoja, te abrazaran y te explicaran el dificíl camino de ser un retrato.
viajabamos, caminabamos, corríamos, nos empapabamos de agua, y de amor también, nos embriagabamos de felicidad y de ternura, fuímos la mezcla más bizarra de menores de edad esperando la leche caliente al acostarse y adultos jovenes capaces de volverse locos con el sólo hecho de esperar al otro en esa cafeteria tan linda
hoy te escribo con todo el corazón, mi vieja hermosa, esta noche quiero que sea distinta, como todas las noches desde que hablamos por vez primera, quiero que leas mi carta con flecos a medio sacar, quiero que encuentres tus lentes, esos antiguos, como los que tenias para el bicentenario, por favor encuentralos luego que ya me dió sueño y a estas alturas si que no aguanto mantener las arrugas de los ojos estiradas, se cierran los ojos solos francisca asique mañana por la mañana me dices si te gustó todo lo anterior o si quieres ser una vieja mandinga despiertame cuando termines de leer mis sentimientos, voy a estar bien bien alegre de que hayamos pasado una noche más juntos y despertemos junto al otro.
por josé ignacio osorio moyano, un viejo que te ama
P.D.: disculpa la mala ortografia, tu sabes lo que me cuesta escribir de noche
1 comentario:
desde que me conociste que sabes lo infantil que me pongo a veces, cuando te veo esa sonrisa que ni con arrugas te ha cambiado.
y esos ojos.. esos ojos que nadie quiere como yo.
escribo ahora porque me inspiré, porque estaba leyendo y porque te quiero. pero igual te voy a despertar, como tú me haz despertado desde el primer veinte.. todos, todísimos los días, los lindos días para caminar.
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